20 de enero de 2011

Carta de amor a Antonio Lobato


Querido Antonio:

No puedo dejar pasar un día más sin expresarte los sentimientos que tu persona, siempre distante conmigo, me inspira. He llegado a un punto en el que ya no veo otra cadena de TV que no sea la Sexta, y no solo en los días en que maravillas mi vista y oido cuando hay carreras, sino que el resto del tiempo estoy pegado a la televisión esperando un anuncio, esa voz, una imagen fugaz que me haga reconfortarme en lo más íntimo de mí.

Los días de carreras son para mí el delirio, porque me hago dueño de la televisión desde las siete de la mañana, prestando especial atención a todo lo que concierne a tu persona para, cuando termina la carrera (que grabo, por supuesto), volver a ponerla una y otra vez hasta que bien entrada la madrugada.

Yo no quiero estar contigo por el interés, y es que como blogger del mundo del motor que soy, ser la pareja del único referente de la F1 en España, me haría ir gratis a las carreras, tomar café con Bernie Ecclestone, ir
al yate de Briatore a correrme buenas juergas, pasar libremente al paddock, y hasta ser director de carrera de Hispania Racing Chango´s. Pero no, no tengo ese anhelo. Solo quiero compartir las tardes contigo, cogidos de la mano, volar de un sitio para otro juntos, asiento con asiento, darle after save a tu linda cabeza
después de afeitártela, esperarte con la cena hecha, subrayándote las noticias del periódico que sé que te gustan, ocuparme de ti, que me quieras.

Pero he de hacerte saber también que yo sé que nuestro amor es por lo pronto imposible. Siento un desgarro en el corazón cada vez que sales con ese Fernando Alonso, sí, el de Austria. Veo cuando le miras que sientes amor por él, y que tu corazón no me corresponderá mientras el austríaco sea el faro de tus sentidos. Y lo tuyo creo que es como lo mío, un amor platónico, porque Fernando no creo que te tenga el mismo amor que tú le tienes a él. Siento esa punzada de celos cada vez que hablas por TV de él, y me embarga una infinita tristeza, porque una persona como tú no se merece semejante indiferencia. Con lo fácil que tendrías tu vida amorosa si vinieses con quien realmente te ama.

Y me dicen cuando escribo de Fernando Alonso que soy demasiado grosero con él… pues claro ¿cómo debería hablar de la persona que me ha robado el novio por capricho, para después tenerte apartadito sin hacerte caso y sin darte lo que mereces? No le quiero, es malo, te mira como si fueses un juguete, te manipula, como si fueses un perrillo faldero que espera un gesto de su amo para saltarle agradadecido moviendo el rabo.

Cuando publique esta carta, la enviaré a todo el mundo, me haré el spammer más grande del planeta, para que todos sepan lo enorme que es mi amor por ti, y no sentiré vergüenza si me dicen de todo, con burlas o sin ellas, pues esas cosas no hacen daño a los sentimientos que quiero pregonar a los cuatro vientos ¡quiero que venga un huracán para que me ayude!

Espero que mi amor sea recíproco en no mucho tiempo, porque ese dolor que me traspasa cuando estás con el de Austria, cada día es más insoportable, y no me gustaría tener que darte de lado para irme a buscar a esa otra luz de mi corazón, Coto Matamoros.

Siempre tuyo
Martín