Baile de carnaval en Ferrari

El año pasado el cutre-espectáculo de familia pseudo-feliz que nos proporcionaron los de Ferrari en la madona del campillo tenía su interés, porque las hordas españolas queríamos ver de una vez a Fernando Alonso disfrazado de Caperucita Roja. Pero este año el asunto comienza a atascarse de caspa.

Que la gente sonría me parece muy bien, de hecho, desconfío de quien no sonríe nunca, pero que lo haga la gente que no está acostumbrada a ello, me suena a intento de tomadura de pelo, y eso es lo que veo en muchos integrantes de la Scuderia, entre ellos Domenicalli (que ha dejado su incompetencia al descubierto), Felipe Massa (que a poco que se hunda será el único piloto titular de la parrilla con mente de tercer piloto), y Fernando Alonso, al que jamás he visto sinceridad y verdadera felicidad en su sonrisa. Domenicalli dice que no quiere hablar del
futuro de Felipe Massa, y debería proclamar a los cuatro vientos que Felipe es piloto de la Scuderia y que tiene el trabajo asegurado mientras le dure el contrato. Ahora el italiano viene con la falsedad de que le gustaría que Massa venciese en la pista a Alonso ¿no le ha preguntado este hombre al de la billetera (Botín) si soportaría que Alonso fuese segundo piloto?

También se están dedicando a robarle cerebros a McLaren. curioso el asunto, porque entonces mentían
descaradamente cuando manifestaban que su equipo técnico era de primer nivel.

Alonso también se suma al carro de cantarines italianos diciendo cosas, muchas cosas, la mayoría como su propia persona, insulsas, anodinas, como el discurso de S.M. el Rey en Nochebuena. Me llamó la atención que dijese que se consideraba un líder, pero no el líder de Ferrari. Si realmente fuese esa persona sencilla y cercana que nos quieren hacer ver los medios afines al de Austria (y es que parece más de ahí que de Oviedo), Fernando habría dicho que él no es un líder y que no pretende serlo, solo un engranaje más del equipo.

No me gusta lo que veo, me parece uno de esos spaguetti-western rodados en Almería, con cerebro italiano y alguna figurita gringa. Pero al potaje le falta una localización en condiciones, sangre de western y verdadero caché, como el que se obtiene en el Monument Valley de Arizona.


>NOTA: Este es mi primer post en mi nueva cabalgadura en solitario, después de abandonar Zeptem. Han sido muchas satisfacciones en dicha web, donde he aprendido mucho, pero llevar ese proyecto adelante significaba contactar con mucha gente y estar renovando el equipo constantemente... y me cansé de ello. Muchos mails sin contestar, mucho chat de Facebook, muchas horas revisando el trabajo de los demás, etc. Todo ello me quemó de alguna manera. Pero aprendí una cosa importante, que el blogger es individualista, narcisista y muy "latino". Ahora, después de convertir mi trabajo en lo mismo que el de los demás, me siento mucho más libre, y sé que quien quiera leerme, vendrá, pero sobre todo, sé que sigo teniendo un lugar donde escribir.


Martín Herzog