La Fórmula 1 y Brabham

La Palma.- Lo confieso, cuando me enteré de que mi escudería favorita, Brabham, volvía a la Fórmula Uno salté de alegría, y es que muchos nombres nuevos se quieren unir a esta locura actual que es esta categoría automovilística.

El empresario alemán Franz Hilmer, poseedor de los derechos de la desaparecida Super Aguri, inscribió recientemente a la escudería Brabham Grand Prix Limited para la temporada 2010 de F1, pero siempre bajo el límite presupuestario amparado por Mosley.

Releyendo un poco la historia, la escudería Brabham GP fue fundada en 1960 por el piloto australiano Jack Brabham y por su paisano Ron Tauranac. En sus tres décadas de historia, el equipo ganó cuatro campeonatos de pilotos y tres títulos de constructores, así como 35 grandes premios.

A finales de 1971, el equipo fue vendido al británico Bernie Ecclestone, quien lo manejó exitosamente hasta 1987, consiguiendo el campeonato del mundo de pilotos en 1981 y 1983 con Nelson Piquet.

El inicio del fin del equipo fue cuando Ecclestone se decidió a explotar los derechos de la F1 y vendió Brabham GP al grupo japonés Middlebridge Racing, empresa que quebró al equipo antes de finalizar la temporada 1992, siendo además encarcelados por corrupción los directivos de la compañía prestamista Landhurst, empresa que prestaba dinero al citado grupo japonés para la adquisición y operatividad del equipo.

Triste final para un equipo verdaderamente grande.

Pero ahora surge un problema legal ciertamente desagradable. La familia de Jack Brabham está estudiando acciones legales contra Franz Hilmer por el uso fraudulento del nombre del campeón australiano. Parece ser que el millonario alemán ha tomado el nombre de Brabham GP Ltd sin contar con nadie . Le tocó a Brabham como podía haber usado cualquier otro nombre histórico en la F1.

El desenlace de esto se verá en los tribunales, pero el resurgimiento de Brabham en la F1 no es la fiesta que debería ser, pues si Franz Hilmer no tiene vinculación alguna con Brabham, esto es simplemente ponerle a un equipo el nombre que a uno le venga en gana, y con los derechos no se juega, y si no, que se lo pregunten a Ecclestone. En definitiva, una falta de respeto la de este Hilmer con un nombre ilustre como Brabham.