Recuerdo aquél día perfectamente, ese momento en que iba a ser sometido a juicio popular mi linchamiento, el de una persona todavía libre, ocupada en sus quehaceres. Todos en el pueblo se iban a reunir en la barbería del irlandés McGeorge, lugar habitual de las reuniones de esa banda de cobardes presuntuosos que se hacían llamar mis vecinos. Ese día debían debatir si me expulsaban del pueblo o no. ¿La causa? Es igual, porque a nadie interesa la veracidad de unos hechos segada por otros o por mí. Todos los habitantes estaban invitados y se requería la presencia del censo al completo, excluidos niños, mujeres y Jekeru, el indio que regentaba el saloon.
Yo no estaba invitado a la fiesta que debía dar con mis huesos en territorio apache, por supuesto, pero siempre fui atrevido y quise enterarme de lo que habría de sucederme de primera mano, y claro, ver por última vez y con mis propios ojos a mis acusadores.
Yo no estaba invitado a la fiesta que debía dar con mis huesos en territorio apache, por supuesto, pero siempre fui atrevido y quise enterarme de lo que habría de sucederme de primera mano, y claro, ver por última vez y con mis propios ojos a mis acusadores.
Entré en la reunión de cobardes (que todavía no había comenzado) y todas las miradas se giraron hacia mí, llenas de asombro, miedo, y alguna con indignación, sumidas en ese silencio empalagoso y tangible que se produce cuando sucede un hecho inesperado. Según paseaba mi vista por los ojos de los aprendices de sentenciadores, todas las miradas me evitaban, para satisfacción mía, y me sentí reconfortado por la vergüenza de todos. El predicador me invitó a sentarme, pero rehusé su ofrecimiento y preferí permanecer en pie. Tuve la tentación de apoyarme en la carcomida pared de la barbería, pero la visión del Sheriff me hizo enderezarme y mostrar mi mejor actitud, la más digna.
Se inició la sesión a instancias del comisario federal, venido de Dodge City, un abuelo maloliente que expuso brevemente los hechos que se me imputaban; y llegó el turno de corroborar tales hechos que había apuntado dicho comisario en entrevistas privadas con cada uno de los ciudadanos. Meredith Swanson fue la primera interrogada y mi victoria, porque cuando el federal le pregunto por los hechos que había declarado, me miró, apartardo sus ojos de los míos y recorrió mi cuerpo de arriba abajo, deteniéndose un segundo en mi entrepierna.
“-No, comisario –dijo Meredith–, no son del todo ciertos esos hechos, estaba muy oscuro y no sé exactamente si esa sombra era él. Creo que sí, pero solo lo creo.”
El murmullo general de indignación fue música para mis oídos. Todos se volvieron hacia mí temerososos, pues la principal testigo hacía tambalear todos los argumentos del resto. En ese momento, sentí que yo era el que llevaba las riendas, y debía dar el golpe definitivo en la mesa. Me recosté sobre la pared (debía parecer confiado), y eché mi mano al cinto para tomar mi dólar de plata, gesto calculado que dejó a la vista de todos la culata de mi revólver. Otro murmullo de afligidos santurrones.
El comisario prosiguió su interrogatorio y, uno tras otro, los tartamudeos, dudas e incertidumbres se sucedieron, quedando desmontada finalmente la trama que justamente había montado en mi contra el judío Ferdinand. Sí, yo era culpable, pero ese hatajo de cobardes no tuvieron el valor de decir lo que pensaban en mi presencia. Me marché del pueblo, pero por voluntad propia y no por imposición de unos paletos venidos a menos.
Ese día noté el aliento en mi cogote de unos vecinos que se encerrarían en sus casas a masticar su derrota, para salir a las pocas horas para cantar su pretendida victoria, comentando entre ellos todos mis males, pero sin querer inmiscurse en su propia zozobra moral.
Lewis Hamilton, hazme un favor, y cuando esta semana se reúna el tribunalillo de pilotos mediocres que te enjuiciará, asiste, que de seguro muchos no tendrán los cojones de decirte lo que piensan realmente, y es que desde tiempos pretéritos, todos envidian el valor.
Los cobardes del pueblo ayudados por los poderosos consiguieron echar a Montoya. Esperemos que con Lewis no lo consigan. De momento Kovalainen ha dicho que él no ve nada incorrecto en el comportamiento de Hamilton, y no creo que ni Alonso, ni Button, ni Vettel, ni Webber ni Schumacher vayan a acudir a esta farsa.
ResponderEliminarSeguramente los que acudan se van a entretener en las entrepiernas de sus vecinos. Y no para admirar, sino para ver quién es el más pusilánime. Qué triste.
ResponderEliminarHamilton es quizá el último asidero a una F1 decente. No pondría la mano en el fuego por alguno de los que dices ;)
ResponderEliminarLamentable el tema. Daría un brazo por asistir a esa pantomima, como observador.
ResponderEliminarBuenas tardes Martín.
ResponderEliminarHan montado un castillo de naipes que se desmontara con una suave brisa.
Un saludo.
Cierto, Fourier. Y es que es muy fácil hablar a priori, pero cuando se reúnan ¿qué le echarán en cara a Hamilton?
ResponderEliminarsaludos
No veo que buscan con esa reunión. Es una estupidez y una pérdida de tiempo. La justicia existe en la pista. Y cuando Hamilton se equivoca es el primero en pagar las consecuencias. El problema claro está, es cuando se lleva por delante la carrera de otro piloto...
ResponderEliminarTodos los pilotos tienen problemas alguna vez con otros, que se muestran muy valientes, temerarios, o muy pasados de rosca. Si la situación fuese demasiado tangible, vale, pero lo de Hamilton no es una locura... y lo que siempre digo, hay pilotos que se olvidan de que hay otros pilotos con ellos, y cierran la puerta cuando otro ya tiene las narices y pie y medio dentro de la habitación. No pueden desaparecer a veces. ¿De quién es la culpa, del que arriesga y se mete por un sitio difícil o del que le cierra sin saber muy bien si le va a tocar o no?
ResponderEliminarRespectyo a lo que dices, Martín, el ejemplo más claro es Mónaco este año con Massa y Hamilton en LOews. Massa cierra claramente la trayectoria.
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminar-VivaMansell: Al rubio creo que nos lo podemos ahorrar. No aporta demasiado y en un Williams venido a nada, menos todavía.
-Amulius: Hablo de actitud, que es una de las cosas que creo hay que valorar, las ganas de hacerlo bien, de no dejarse pasar o la ambición de querer más.
saludos
A Lewis le sobran valor e inconformismo, lo mismo que muchos de sus 'Compañeros' no tienen ni idea.
ResponderEliminarSon un montón de nenitas que corren por puntos y no por ser grandes.
Buenos días, Luis:
ResponderEliminarCierto, por eso digo que no me importan los campeones oficiales, me interesan los pilotos que me hacen disfrutar de las carreras, igual me da que sean primeros o últimos en la tabla del campeonato.
saludos
Martín no te pases con el rubio, jaja, sin duda lo estaría haciendo mejor que muchos de los que están. Pero bueno vamos a buscar encuentros, impresionante carrera de Michael, vaya nivel ha cogido de nuevo el pájaro. Se merece continuar el próximo año y que le den un coche a la altura.
ResponderEliminarEnhorabuena a Seb, bicampeón!!!!
¡Y que carrerón también el de Alonso! Con un coche claramente inferior al Mclaren y al Red Bull ahí se ha quedao 2º y luchando por la victoria.
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminar-VivaMansell: El rubio estaría haciendo lo mejor que sabe, lamer cucuruchos. Su problema es la poca constancia. Luchó en 2007 porque tenía un maquinón, pero si no le das buen coche, su espíritu de poco luchador saldría a relucir ;)
-Amulius: ¡Ya estamos con el coche de jueguete de Alonso! A lo mejor no es tan malo el bólido y no termina Alonso de sacarle lo que debería.
saludos
Si, si, por eso gano Spa con una carracla roja...
ResponderEliminarNo no VivaMansell, que según el nuevo artículo del Señor Herzog un coche que es capaz de seguir el ritmo de los líderes y ganar una carrera no es un mal coche, es que no saben sacarle todo el jugo sus pilotos. Así que probablemente el Ferrari de 2009 no era en absoluto una mala máquina... ¬¬
ResponderEliminarNo entiendo muy bien tu ironía, Amulius ¿es que acaso opinas que un coche que es capaz de ganarle a los mejores es un mal coche?
ResponderEliminarPues yo si que la entiendo perfectamente, el F60 era un auténtico hierro, de lejos el peor de la última década. Ahí es donde se demuestran las manos, ganando una carrera con un vehículo netamente inferior. Para aclarar, tanto el F10 como el F150 son cohetes al lado de aquel F60.
ResponderEliminarSaludos.
Ganar una carrera o dos a los mejores coches del campeonato puede ocurrir si se dan una serie de factores. Entre ellos diría yo que un 50% depende de la suerte. Pero eso no significa que un coche tenga el potencial necesario para luchar por la victoria en cada carrera. Eso querría decir entonces que en 2009 el Mclaren de Lewis Hamilton y el F60 de Kimi estaban a la altura de Brawn o Red Bull. Que en 2008 el R28 y el Toro Rosso de Vettel podrían haberle plantado cara a Ferrari y Mclaren. Que en 2006 Jenson podría haberle puesto las cosas difíciles a Alonso y Schumi con su Honda. Que en 2004 tanto Renault como Mclaren y Williams tenían un coche como para luchar contra el exitoso F2004 y el implacable Schumacher...
ResponderEliminarTiene razón Herzog en que quizás no podemos decir que sean unos malos coches (que en algunos casos SI que eran auténticos hierros como ha dicho VivaMansell), pero en su artículo lo que menciona es que el piloto que gana una carrera o sube al podio con su coche y luego no repite ese resultado o lucha por él en otras carreras es que no sabe sacarle todo el jugo a su coche... Recapacite señor Herzog... ¿le pediría entonces a Vettel haber ganado más carreras con su Toro Rosso en 2008? ¿Es que acaso no fue capaz de sacar en todas las carreras el 100% de la máquina? Reconozco abiertamente que soy alonsista, pero no podría presuponer una cosa así ni con Fernando ni con ningún otro piloto.
Buenos días:
ResponderEliminar-VivaMansell: Es que no se puede ganar una carrera con un coche netamente inferior, a no ser que sea en mojado, como sucedión con Vettel y su Toro Rosso en Monza.
-Amulius: La diferencia entre estos pilotos de los que hablas y Fernando Alonso, es que al asturiano siempre lo ponen como mejor piloto subido en una máquina siempre inferior a las habilidades de Alonso. Por ello siempre está el eterno lamento, cuando gana y cuando no, de "qué sería capaz de hacer con un mejor coche". Con los demás no sucede esto. Y yo he escrito ¿y si el Ferrari no es tan malo? Evidentemente es un ataque directo a la línea de flotación del acorazado asturiano, ya que planteo con ello la posibilidad de que Alonso no sea tan bueno. Es el eterno forofismo, porque como he dicho, y así lo subamos en el Red Bull, Alonso siempre es mejor que su coche. Seamos realistas.
saludos ;)
Martín, el F60 era una porquería, de hecho detuvo su evolución a mitad de temporada. Giancarlo Fisichella que venía de hacer segundo con el Force India en Spa tras Kimi, con el F60 estuvo peleando por las últimas plazas el resto de temporada. Kimi tercer piloto en la historia con mas vueltas rápidas en carrera no pudo hacer ni una ese año. Pocas cosas mas claras que ese ferrari era netamente inferior a los Brawn o RB e, incluso, McLaren, vamos que entraba en la tercera ronda de clasificación de puro milagro. La cabeza de turco de aquella desastrosa creación fué Kimi, así es la vida...
ResponderEliminarSaludos.
Lo vi desde el primer momento que se trataba de un ataque a los más acérrimos alonsistas. Pero decir que Alonso no sea capaz de sacar el 100% de su máquina me parece muy osado. Y poner en duda la calidad del asturiano seria un acto de ignorancia tan grande como la de cuestionar a Sebastian Vettel. Si, ya es el bicampeón del mundo más joven de la historia y todos quienes me rodean solo dicen que es un piloto normal en un coche excelente. A pesar de ser seguidor de Alonso, a mi estas cosas me cansan. Me gusta Vettel y creo que es excepcional. Ha crecido muchisimo ésta temporada y ha machacado a su compañero, que el año pasado estuvo casi casi a su nivel. Y no quisiera dejar escapar otro dato que de cumplirse hará aún más meritoria la temporada del alemán: ganar un título es difícil, pero más aún ganarlo habiendo estado en los puntos durante TODAS las carreras de la temporada. Si mal no recuerdo el último que logró tal hazaña fue Michael schumacher en 2002. Tendré que echar mano de la wikipedia y repasar la historia de todos los campeones, tal vez nos llevemos una sorpresa al descubrir cuántos han logrado un hito como éste...
ResponderEliminarNo se confunda Martín, soy Alonsista (y orgulloso de serlo), pero no acérrimo. Sin embargo discrepo con usted. Decir que Alonso no es capaz de sacarle el 100% a su coche es cuestionar el trabajo del asturiano, y cuestionar a estas alturas lo que Alonso hace sobre su montura me parece ridículo. Es cierto que fuera de la pista le pierde la boca, pero cuando se sube a la máquina es de los mejores.
Por cierto, ya tengo aquí los datos:
ResponderEliminarEn 1954 Juan Manuel Fangio puntuó en todas las carreras (excepto en las 500 Millas de Indianápolis, en la que no participó). De todos modos aquella prueba era puntuable para el campeonato de F1 asi que yo personalmente no consideraría que fue capaz de puntuar en el 100% de las carreras. Asi pues, y si no me equivoco, Michael Schumacher en 2002 es el único piloto hasta el momento en proclamarse campeón habiendo puntuado en todas y cada una de las pruebas del campeonato.
-VivaMansell: No creo que fuese tan malo el Ferrari de 2009. Kimi lo hacía funcionar bien, por lo que estamos hablando otra vez de adaptación al coche, un vehículo con un buen potencial al que Kimi supo adaptarse, no como Fisichella o Badoer.
ResponderEliminar-Pues ignorante soy, y sí, cuestiono si la calidad de Alonso es tan grande como dicen o simplemente es otro de los muy buenos pilotos que hay temporada tras temporada, un piloto que siempre es considerado mejor que su coche. Tú lo dices, es de los mejores subido al coche, y si ponemos un trío de pilotos en los últimos 7 años, siempre estaría Alonso entre ellos, pero creo que a su Ferrari no ha sido capaz de sacarle todo el jugo.
Buen dato el que apuntas de Fangio y Schumacher.
saludos
Martín, ¿Que Kimi lo hacía funcionar bien? Eso no es correcto, Kimi estuvo peleándose todo el año con un coche inmanejable, sufriendo para entrar en tercera ronda e incluso quedandose fuera en alguna ocasión y no por fallos de cálculo del equipo o por tráfico en pista, es que no daba mas el monoplaza. Por lo menos el F10 o el F150, entran a tercera ronda sin despeinarse, lo lleve Massa o Alonso.
ResponderEliminarSaludos,
Kimi no supo hacerse con el coche hasta las últimas carreras ¿sería porque le gustaban demasiado los helados? Yo creo que la culpa de no funcionar muy bien era de su actitud. Coches difíciles eran los de antes y no estos.
ResponderEliminarsaludos ;)
Tampoco es así, como te dije detuvieron el desarrollo a mitad de temporada, las últimas carreras el coche era de lo peor de la parrilla y su actitud en todo momento fué de lucha para intentar dar a Ferrari el tercer puesto de contructores, cosa imposible pues los McLaren si evolucionaron y tanto Badoer como Fisichella no consiguieron ni acercarse a los puntos. Y no digo solo que el F60 fuese dificil de pilotar, que lo era, también era un monoplaza lento.
ResponderEliminarSaludos.
Ay, que me dio el dolor. Sí, detuvieron el desarrollo, igual que este año (que no lo han hecho, aunque lo han dicho). El desarrollo en los monoplazas no se detiene a no ser que se queden sin dinero, que no es el caso. Deben seguir evolucionando el coche para intentar obtener los mejores resultados posibles, porque no te olvides que eso es dinero.
ResponderEliminarsaludos
Pues cuídate Martín... No ha sido igual que este año, fué muchísimo mas
ResponderEliminarradical. Tras el acuerdo Santander-Alonso, se decidió centrar el 100% de
los recursos en 2010 con el F10, las 5 últimas carreras ni montaron
nuevas piezas. Vamos que a Ferrari le importaba bastante poco el tercer
lugar de contructores, solo Kimi peleó por el puesto, cosa anecdótica de
no ser por que se le criticó por su falta de motivación,
fundamentalmente Domenicalli (que necesitaba una cabeza de turco) y el
gran Lobato (que se le hacía el culo Pepsi Cola por ver a Alonso en el
Ferrari).
De la cuestión económica, te recuerdo, se encargo el Sr. Botín.
Saludos.
Querido VivaMansell:
ResponderEliminarSi algo he aprendido es que no hay que hacer demasiado caso de lo que digan los equios, la FIA y Bernie. Si te dicen oro, será plata, y si te dicen que se centran en el coche del siguiente año, ten claro que no lo harán como dicen. Con ese tipo de declaraciones se curan en salud para que no los juzguen por sus resultados, pero pongo la mano en el fuego sin quemarme y seguro que hay gente todavía trabajando en esos proyectos deshechados.
saludos
Estas hablando de generalidades y yo de un caso concreto, pero en fín si
ResponderEliminarcrees que Kimi no fué claramente perjudicado con su monoplaza en 2009,
estás en tu derecho.
Saludos.
jeje, no estoy hablando de un caso muy concreto, de que Ferrari miente cuando dice que no desarrollarán el monoplaza de 2009... Ferrari y cualquiera. Incluso Brawn siguieron evolucionando mínimamente su coche, a pesar del poco dinero que tenían. Cada uno somos libres de creernos lo que nos dicen, y yo no me creo casi nada de lo que dicen en la F1.
ResponderEliminarsaludos ;)
Realmente no hacía falta que Ferrari mintiese o dijese la verdad, era un caso evidente y conocido.
ResponderEliminarsaludos;
Pues no sé que evidencias tienes tú de que hayan abandonado el desarrollo ¿una declaración a la prensa, un mal rendimiento? Hablamos todos de oidas, y no tenemos los datos concretos, pero en mi defensa diré que esta gente está mintiendo hoy, pues dicen que han abandonado el desarrollo del Ferrari de 2011, y sin embargo a los 10 días anuncian mejoras en su monoplaza, y a la semana siguiente, y a la otra.
ResponderEliminarsaludos ;)
P.D.: ¿Te has dado cuenta de que no tiene nada que ver la bonita tertulia con el post? jajaja
Lo dicho, el F60 fué un gran monoplaza y dispuso de evoluciones competitivas hasta fin de temporada...
ResponderEliminarSaludos y suerte en Corea!!!