
Baltimore.- He de confesar que a mis casi 40 años sigo siendo un ingenuo bobalicón. Si, eso ya debería haber pasado hace unos 10 años, pero sigo confiando en toda la gente; siempre me digo "¿por qué el recelo con alguien? cuando me la jueguen pues entonces ya tendré elementos de juicio suficientes para enfilar al osado insensible que me defraudó".
Mucha gente en la que sigo confiando, y mirando hacia el automovilismo, pilotos como Fernando Alonso, gente que me parecen buenas personas, buenos profesionales, pero que, en el caso del asturiano, abren la boca tan a menudo, escupen una sarta de incongruencias que me hacen ya ni escucharle, pues siempre aspira a todo y nunca nos recompensa con resultados, echando de menos esos momentos en los que está calladito y manejando su furgoneta, que dicho sea de paso, podría ser la última vez que la condujo, si, hoy, en Monza.
Pero no voy a hablar de Alonso, la intención de mi texto va en otro sentido, nada más y nada menos que a las tierras del mármol del Taj Mahal.
Lo que está ocurriendo en Force India es una fiesta en aquella parte del mundo, pues un equipo pobre, del tercer mundo, con pilotos montoneros e ingenieros prometedores, está haciendo las delicias de todo el mundo que se interese por el automovilismo. Viendo las carreras de esta temporada, los de la India están coqueteando constantemente con la décima plaza, subiendo alguna vez y sumergiéndose otra en el fondo de la cloaca del 19 y el 20 puesto.
Fue en en el Gran Premio de Alemania cuando todo empezó a cambiar, pues el piloto alemán, Adrian Sutil, despuntó sorprendentemente y entró en la Q3, obteniendo un increible para todos séptimo puesto, aunque después terminó la carrera en la 15 posición. Todas las cabezas giraron al box indio. Algo estaba fraguándose en esos lares.
Hungría y Valencia furon unas carreras de tanteo, la calma antes de la tempestad. La tormenta hindú llegó en Spa Francorchamps, donde Giancarlo Fisichella consiguió la pole position y llegó en segundo lugar al finalizar la carrera, tras el Ferrari de Raikkonen. Y enseñándole el morro toda la carrera, es decir, el Force India tenía mejores prestaciones que el bólido de la todopoderosa Scuderia.

La carrera siguiente, en Monza, confirmó lo que todos auguraban, que Spa no había sido un espejismo y que Force India es el tercer equipo en discordia, junto a Brawn GP y Ferrari. No, no me olvido de Red Bull (que están empeñados en no ganar el campeonato) y de McLaren (que no es un equipo, sino un tenderete montado alrededor de un piloto genial).
Con todo lo confiado que soy, he de decir que lo de Force India no me lo creo. Es mentira, más falso que los euros de chocolate. Lo único que tienen supestamente es dinero, porque no tienen un staff técnico digno de gran consideración, no tienen el saber hacer que la experiencia da a otras escuderías, y no tienen buenos pilotos, aunque el bueno de Adrian Sutil es bastante mejor de lo que se le considera.
A lo que voy ¿a quién le puede entrar en la cabeza que una escudería mediocre a más no poder pueda sacar a la luz un trabajo mejor hecho que las grandes casas de la F1? A mi no. ¿Es que en Ferrari no saben trabajar el coche? ¿tienen problemas de instalaciones? ¿tienen personal contratado en las oficinas del paro? ¿disponen de material de mala calidad? No.

Entonces ¿qué ocurre? Muy fácil, hacen trampas. Ojo, todo lo que digo es mera elucubración, pero me juego un riñón a que es cierto y el tiempo me dará la razón. ¿Qué tipo de trampas? Las que menos dinero cuestan... están probando el coche a escondidas. En los tiempos que corren, y
después de lo que pasó con el depósito de combustible oculto de Honda, los controles de la FIA son muy rigurosos y sería muy complicado colar una maliciosa argucia técnica en un monoplaza vigilado con lupa. Como no existen los superhombres, la argucia de los hindúes se tiene que basar por imponderables en algo que hacen fuera de cada gran premio. Y sí, no me creo que Force India sea en la vida mejor que Ferrari, McLaren o Williams. Iba a poner en la lista a Renault, pero mejor me lo guardo para otro día.
después de lo que pasó con el depósito de combustible oculto de Honda, los controles de la FIA son muy rigurosos y sería muy complicado colar una maliciosa argucia técnica en un monoplaza vigilado con lupa. Como no existen los superhombres, la argucia de los hindúes se tiene que basar por imponderables en algo que hacen fuera de cada gran premio. Y sí, no me creo que Force India sea en la vida mejor que Ferrari, McLaren o Williams. Iba a poner en la lista a Renault, pero mejor me lo guardo para otro día.
Mi teoría: estos tipos hampones están probando el monoplaza a escondidas en algún chiringuito que haya contruido papá Vijai al efecto en algún lugar perdido de Asia. Se están saltando la prohibición de tests durante la temporada y llegan a los grandes premios con el coche mucho más evolucionado que el resto de equipos. Ni más ni menos.
Ahora me toca aguantar palos de unos y de otros, pero mi idea es clara en una cabeza que ya peina canas, una cabeza que no percibe ningún elemento de genialidad en la escudería de la India, solo detecta unos grandísimos resultados en alguien que nunca soñaría con hacerlos.