9 de julio de 2009

E.J. Viso y la insoportable levedad del ser


Caracas.- El bravo piloto venezolano ha pasado de ser uno de los peores pilotos de las IndyCar Series a convertirse en el piloto brillante y con todo un brillante porvenir en la categoría, que es para lo que le fichó su equipo, HVM Racing.

El inicio de la presente temporada ha sido complicadísimo para Viso y para su equipo, ya que no terminó en las siete primeras carreras. Era uno de los peores inicios de temporada que recordaban los más viejos del lugar, la insoportable levedad del ser de un prometedor piloto con talento suficiente para dar lecciones a cualquier superclase de los que mucho abundan, sobre todo en la F1, o al menos es ahí donde se dicen mejores.

Pero llegó Richmond, donde Ernesto conquistó la doceava posición, y después el circuito mixto de las afueras de New York, Watkins Glen, donde el caraqueño consiguió el domingo pasado el séptimo lugar. Ahora todo el mundo habla de la gran carrera de Ernesto y de su esplendoroso futuro. La levedad del ser y del devenir.

Filosofías aparte, el gran resultado de Ernesto se empezó a cimentar en una buena clasificación, donde consiguió el décimo lugar, consolidándolo con una fulgurante salida, donde ganó 2 posiciones y se colocó octavo. Viento en popa, pero no pudo ir a toda vela, pues Marco Andretti se colocó en su camino y le entorpeció constantemente, hasta que en la vuelta doce, Viso rompió su alerón delantero al golpear a Andretti por detrás.

Pero he aquí que lo que parecía una nueva debacle se convirtió en un giro del destino, quién sabe si afortunado, pues Viso tuvo que cambiar toda su estrategia de carrera, jugando desde que pasó por boxes la banderas amarillas a su favor. Las últimas vueltas fueron muy difíciles, pues Tony Kanaan (AGR) intentaba adelantarle en cada curva, pero Viso soportó la presión y vio ondear la anhelada bandera a cuadros.

Lejos de triunfalismos, Ernesto se mostró feliz, pero prudente “Ha sido una carrera donde el auto tuvo un rendimiento muy parejo, el equipo realizó una buena serie de paradas y las banderas amarillas aparecieron en el momento que nos favorecieron. En la primera parte íbamos realmente rápido, pero vino el toque con Andretti, que ya me había trancado varias veces, tal como lo hizo en las clasificaciones y esta vez no pude evitarlo y romí el alerón delantero. Pienso que sin el toque igualmente nuestra posición final no habría cambiado mucho, porque él tenía un auto muy rápido al final de la carrera y mis cauchos blandos no fueron tan efectivos en la última parte. Ahora viene una pista nueva para los equipos de Indycar, en Toronto, dicen que es muy resbalosa, donde iremos por otro buen resultado que confirme la recuperación que hemos tenido”.

Siguen Toronto y Vancouver, y después seis circuitos ovales, donde el venezolano podrá ofrecer lo mejor de sí mismo. Calidad no le falta, pero la levedad del ser planea sobre todos constantemente, excepto sobre algunos, que nunca son cuestionados debido a su inseparable buen hacer...

1 comentario:

  1. Coño, un toquecito poético a algo como las carreras no está mal. Felicitaciones

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