Resulta que en ocasiones uno se encuentra perdidamente atraído por un concepto, por un icono, un edificio, una mujer, un deporte, una afición, una tendencia filosófica, una ciencia. Cierto es que dicha atracción rara vez suele ser entendida por los demás, aunque generalmente es aceptada y asumida como parte del pack en el que vamos metidos los individuos.
No creo que sea necesario poner ejemplos, pero me viene uno a la mente, y lo pondré, si no les molesta. Recuerdo un western (no recuerdo el nombre, perdón), en el que el protagonista quería ir a la tierra prometida, perdida en algún lugar del inexplorado far west. Era su sueño y emprendió el viaje, con su mujer y su hijo pequeño. Los peligros del trayecto fueron muchos, y una vez solventados, llegaron a su destino, a su particular El Dorado, un secarral por el que pasaba un arroyuelo con un hilillo de agua, sin árboles y con tribus de indios rondando por la noche. Aun así, el lugar estaba idealizado en su alma, y lo amaba antes de conocerlo, y dicho amor se veía personificado en la aceptación y abnegación de su mujer y su hijo, que hicieron suyo el sueño del cabeza de familia.
La F1 y México han mantenido y mantienen una tormentosa historia de amor, no comprendida por muchos de los ciudadanos de México ni por muchos de los responsables del buen funcionamiento de la “categoría
reina”. Corría el capitalino Héctor Rebaque en la F1, allá por principios de los años 80, y desde entonces ningún mexicano se ha asomado a la categoría, hasta la llegada de Sergio Pérez.
Pero como no sólo de pilotos vive el aficionado (y los mexicanos no son la excepción), hay que mirar a los circuitos, que son buen número en el país azteca, destacando especialmente dos, Parque Fundidora, en la ciudad de Monterrey, y el que fue considerado como uno de los más técnicos circuitos del mundo, el Autódromo Hermanos Rodríguez, historia viva del automovilismo y de la F1 en particular, donde se corrió por última vez en 1992.
Conociendo como conozco a los mexicanos por haber residido allí, puedo decir que para que exista afición a la F1 en México (que ahora apenas la hay, salvo en Guadalajara, patria chica de Checo Pérez), deben existir carreras en el país. Si no se consigue llevar la F1 al asfalto mexicano, jamás habrá afición verdadera en las tierras de Benito Juárez. Y la afición de México no es una masa ignorante de todo lo que huela a gasolina, pues han aprendido a apasionarse con las carreras desde hace muchos años y en diferentes categorías y pilotos. El mejor ejemplo es la actual NASCAR México (que hasta serie de televisión tiene), con pruebas disputadas íntegramente en México, seguida por millones de mexicanos cada carrera. Otro ejemplo es el visto en la extinta CART/ChampCar estadounidense, donde había muy buenos pilotos, encabezados por Adrián Fernández, Mario Domínguez, Michel Jourdain Jr… y que corrían en México, teniendo el país los dos circuitos ya reseñados en el calendario durante varios años.
Cuando las citas de México han desaparecido, generalmente también lo han hecho los pilotos, debido al poco interés de los aficionados. Pilotos grandes como Adrián Fernández, con ocho victorias y un subcampeonato en la CART/ChampCar, se terminan diluyendo cuando no pisan suelo mexicano, como le ocurrió a Fernández cuando dejó la ChampCar, pues aunque sus resultados siguieron hablando bien de él, con 3 victorias en la IRL y un campeonato con 9 victorias en la ALMS, en México se fue apagando poco a poco, debido a que no había citas mexicanas en el calendario.
La moraleja de esta entrada es hacerles ver que la aceptación y consolidación de una categoría automovilística en México pasa, sin excusa, porque dicha categoría celebre al menos una carrera en tierras mexicanas. El aficionado mexicano sigue por televisión las carreras de coches (la F1 “europea” es a las 7 de la mañana, un hándicap), aunque los deportes favoritos y más multitudinarios son el fútbol y el boxeo (aparte de los deportes americanos como el baseball y el fútbol americano), pero cuando el ciudadano se vuelca invariablemente es cuando el acontecimiento puede ser vivido sobre el terreno.
Por todo lo expuesto, el futuro de México y los mexicanos en la F1 tiene un único objetivo: conseguir una cita del mundial de F1 en tierras aztecas. A día de hoy la F1 no es un deporte de masas en México, y por mucho que Sergio Pérez y Carlos Slim se empeñen, no lo conseguirán mientras no se celebre una prueba en México. Se oyen tambores de guerra, y se está estudiando la construcción de un circuito en el estado de Quintana Roo, en la zona de Cancún, para llevar allí la F1.
En lo deportivo, los altibajos del aficionado mexicano son manifiestamente palpables en el desempeño en carrera de Sergio Pérez, notándose un boom en la magnífica primera carrera del de Guadalajara, pero poco a poco se va diluyendo el interés del público, a medida del oscurecimiento del piloto mexicano, según se van sucediendo las carreras.
Si Slim consigue una carrera de F1 en México, la F1 estará asegurada, pero sólo mientras haya pilotos mexicanos y subsista la prueba, porque cuando la F1 abandone el país azteca, el aficionado mexicano abandonará a la “categoría reina” por otros espectáculos más cercanos.
¿Estás a comisión de Ecclestone?, ¿reclamando nuevos GPs?, ¿está afilando Tilke los lápices de dibujar?. :-)
ResponderEliminarTienes razón en lo que dices (y muy bien dicho, por cierto), pero creo que es válido para cualquier otro país en una situación similar: Colombia, por ejemplo, con un Maldonado a sólo dos posiciones y con los mismos puntos.
El aficionado solemos ser muy exigente y reclamar desde ¡YA! resultados espectaculares, genialidades únicas; quizás nos olvidemos que Alonso, el año de su debut quedó el último de los que participaron en todas las pruebas y hasta dos años después no se produjo ese movimiento de masas que vivimos como "Marea azul" y que revolucionó el mundo de la F1 en España.
Checho ha mostrado que puede, ahora hay que darle tiempo; otra cuestión es la construcción de un citcruito de F1 en Mex: ignoro la situación económica del país, pero no parecen los tiempos, en general, como para montarle más zonas vips a Ecclestone; pero si la afición lo quiere, ojalá lo logren.
Buenas noches Martín.
ResponderEliminarOjala algún dia vuelva la Formula 1 a Mexico, pero ahora creo que lo mejor seria reagruparla por Europa. Los tambores de guerra suenan.
Un saludo.
Estimado Sr. Herzog,
ResponderEliminarYa sé que le une un hilo sentimental
(o dos) con el pasado y futuro de México, pero si elimina el nombre del país puede
poner cualquiera (excepto UK e Italia). La F1 está muriendo en Francia y parte es
debida a la no presencia de pilotos/circuitos franceses ¿Cuántos españoles seguirán
la F1 después de Alonso? Las masas de aficionados (todas) se forman porque los conocimientos
que aportar su pertenencia al grupo sirven de marco referencial social. Vamos,
que al ser aficionado de fútbol puedes hablar en el bar, ascensor, etc., sobre
algo inocuo y que no te compromete en absoluto. En estos momentos la F1 en
España sirve para eso ¿Recuerda cuantos aficionados españoles se estiraron de
los pelos cuando vieron el P34 de Gardner? Ninguno. Ese es el futuro de todos,
si no hay una culturización profunda de la afición.
Saludos
Aquí uno que no seguía la F1 pero que recuerda perfectamente el día que se presentó el P34. La solución para Mejico es fácil: tiene petróleo, ergo deberían convertirse en una sucursal del Golfo Pérsico.
ResponderEliminarBuenos días:
ResponderEliminar-José Luis: El principal problema de la forma de pensar a que hago referencia en mi post es que cuando el dporte, la F1 en concreto, se va de México, y por ende, el aficionado pierde casi todo el interés por la categoría, los patrocinadores también, y visto el mundo pesetero en el que se mueve la F1 respecto a los pilotos, ésto suelen caer en picado a los pocos años o meses (salvo alguna excepción).
-Fourier: Suenan y muy cerca. Pero no creamos que en Europa somos el ombligo de la F1, y aunque ha empezado aquí, hay citas en muchos países lejos del viejo continente que son igual de válidas (o añejas) que España o Alemania... y una es el Hermanos Rodríguez de México.
-Primo: Te entiendo, pero no creo que sea extrapolable lo de México a países como España ¿cuántos españoles siguen la F1 sin haber ido jamás a un GP? Millones. eso en México es inconcebible. Y creo que pones el dedo en la llaga, la culturización del aficionado, que es inevitable para que la F1 subsista en cualquier lugar. Si no existe hambre, se deja cerrada la nevera y se picotea cualquier cosilla.
-José: El problema del petróleo de México es que apenas lo refinan, y se manda casi todo a USA, que lo devuelven con gran coste para México. ¿Sabes que hay unas aceitunas rellenas de jalapeños que venden en España? Pues esas aceitunas (muy ricas, por cierto) las importamos de México, como no podía ser de otra forma, pero si te fijas dónde las hacen, es en Sevilla... en México sólo las etiquetan. Vaya rollo. Cómpralas, que son buenas ;)
saludos a todos
Buenas tardes Martín.
ResponderEliminarNo lo digo que seamos el ombligo del mundo, pero en la situación actual se construiría un Tilkodromo y no se iría al Hermanos Rodríguez (que me gustaria conocer), volviendo a estropear una buena oportunidad.
Un saludo.
Eso es cierto, no se habla de ir a los circuitos existentes, sino de gastarse cientos de millones en un circuito. Qué manía, cuando se tienen preciosas pistas...
ResponderEliminarA propósito de lo que dices, el padre de un amigo se dedica a importar y exportar alimentos por todo el mundo y uno de mis colegas de tertulia, sorprendido de que mandase sangría a una tierra tan rica en frutas como Sudamérica, le preguntó por qué no la hacían ellos: "Porque allí ni dios mueve un dedo para recoger la fruta del suelo", fue la respuesta.
ResponderEliminarClaro, es más fácil recogerla de los árboles, donde se da con tanta abundancia ;)
ResponderEliminarCreo que estaría muy bien un GP en México, economía próspera, grandes empresas, elevada población, conexión con USA, industria de motor y aficción al motor, vamos, bajo mi punto de vista, el polo opuesto a Grecia. Gran carrera de Berger en el Hermanos Rodriguez... :)
ResponderEliminarSaludos.
En el Hermanos Rodríguez hemos visto verdaderas maravillas de carreras, y la espectacular parte oval (al estilo Monza pero con peralte) hace recordar mucho a el último sector del circuito de China.
ResponderEliminarsaludos